lunes, 19 de agosto de 2013

(2) esperando

6 meses antes
Victoria de Durango 2 de julio de 2012

-          Dime ¿qué hacemos en este lugar?
-          Esperar

Efraín era el primero de su clase y el capitán del equipo de futbol soccer cuando estaba en la universidad, ahora era uno de los doctores mas reconocidos en México que vivía en la casa de su madre, y aunque le decía a otras personas que ella se había ido sin decir a donde ni si regresaría, la verdad pocos la conocían, uno de los desafortunados en saberla era Arturo quien estaba sentado en un sillón del lobby mientras Efraín conseguía dos Máster Suites en un hotel tradicional de la ciudad de Durango. Claro que Arturo sabía lo que realmente había pasado con la madre de su amigo, el era quien había cargado el cuerpo cuando todo pasó y quien había tenido que lavar el carro durante horas para que la sangre no se notara, pero era un tema del que ninguno de los dos hablaba. Efraín no era tan viejo como Arturo, tendría unos 33 años pero podría pasar fácilmente por un muchacho de 26, en especial por su cuerpo que parecía ser perfecto ademas de sus ojos de color azul, que contrastaba con su piel morena y su cabello oscuro. El no había tenido problemas para llegar a ser tan conocido, algunos decían que era un don natural, otros, que la suerte siempre brillaba de su lado la verdad, como siempre, nadie la conocía realmente. Además de su profesión Efraín disfrutaba de leer buenos libros, tomar buen café, practicar bueno sexo y hacer excelente brujería, nada que hoy en día un hombre con una posición tan importante como la de él no hiciera.

Después de unos minutos los dos hombres se encontraban  entrando a sus respectivas habitaciones. Efraín cerró la puerta, dejo su maleta sobre una de las camas matrimoniales que había en la habitación y se dejo caer en la otra, quedándose profundamente dormido antes de poder siquiera quitarse los zapatos. Por el contrario, Arturo había llegado a tirarse en la única cama que había en la habitación tamaño King size y como primer acto oficial como huésped prendió la televisión con cable, paso de canal en canal sin realmente ver nada y al final decidió dejarlo por la paz y pagarla  el hombre dio vueltas en su habitación una y otra vez pensando en su esposa y en sus dos hijos, de seguro  lo estarían odiando, o peor aun tal vez ni siquiera se acordarían de él después de 6 años de ausencia. Arturo nunca quiso dejarlos, pero si no lo hacia lo mas probable era que siguieran los pasos de la madre de Efraín y solo pensar en eso provocaba que dolieran los huesos y calara del del corazón a los pies. 

Arturo era un hombre de 52 años, nadie lo conocía, ni conocen su vida antes de los 27 y el nunca hablaba de ella. Su lugar de nacimiento, sus padres y su vida siempre fue un secreto para quien estuviera a su lado, incluso para su esposa Casandra, con la que se había casado dos días después de cumplir 30 años. Casandra conoció a Arturo cuando ella apenas había cumplido los 23, había ido con sus amigas a celebrar su cumpleaños y su graduación de la universidad, para Arturo todas parecían payasas promiscuas con tanto maquillaje y tan poca ropa, todas menos Casandra, la mujer llevaba un hermoso vestido corto de color caqui y un cinturón, medias y tacones negros, su cabello castaño oscuro largo y alborotado provocaba que sus ojos verdes brillaran entre las tenues luces del bar. Arturo platica a quien le pregunte que aunque la mujer lo había hipnotizado desde que la vio por primera vez hicieron falta 3 copas de whisky y 4 horas para que se acercara a hablar con ella. aunque en ese entonces Casandra se presumía de casta y conservadora, esa misma noche sin dudarlo dejo su anillo de virginidad olvidado en el baño del bar, justo a un lado del lavamanos. 

Arturo pensó en esa escena una y otra vez hasta que por fin pudo cerrar los ojos y caer profundamente dormido.     



Victoria de Durango 4 de julio de 2012

Efraín se despertó de la cama molesto y dispuesto a matar a quien estuviera del otro lado de la puerta tocando tan ruidosa e insistentemente. 
- que quieres - grito cuando vio a Arturo en el pasillo con una mueca de disgusto en su cara. 
- quiero irme, maldita sea - respondió aventando la puerta para entrar a la habitación de Efraín. 
Arturo vio la habitación del hombre y a todas las mujeres que posaban en el, una, dos, tres... cuatro contando a la que parecía inconsciente entre la sabanas. 
- ¿lo disfrutas? - Arturo volteo a ver a Efraín que había cerrado la puerta detrás de el y se disponía a acostarse en una de las camas junto con otras dos de las mujeres cuando su compañero lo detuvo y lo empujo a la pared. 
- si Arturito, disfruto mucho esto, ¿ahora puedes irte y dejarme seguir con mi diversión? 
Los ojos de Efraín inyectados de sangre por tanto alcohol y droga hacían parecer su mirada como las mismas puertas del infierno. Arturo soltó los hombros de su compañero y volteo a ver a las mujeres que muy apenas empezaban a darse cuenta de lo que estaba asando. 
- estoy arto de este lugar Efraín, si mañana no llegan, me largo.
de ser un hombre imponente y autoritario Efraín ahora se veía como un bufón 10 años mayor a su edad, aun asi recargado a la pared viendo como Arturo abría la puerta para irse y retomando su autoridad y su poder dijo. 
- ¿y a donde vas a ir?, ¿a tu hogar en Nuevo León  ¿acaso piensas que tu esposa y tus hijos te estarán esperando con los brazos abiertos y seras feliz de nuevo? - el hombre sonrió mostrando sus dientes y sus colmillos al igual que los gatos lo hacen frente a sus presas. - tu estas aquí porque no puedes estar en otro lugar, tu nos debes algo y debes de pagar la deuda. 
Efraín se endereso y sintiendose vencedor regerso a la cama dirijiendose a la mujer que parecia inconsente. 
- "ellos nos serviran"
Arturo escucho estas ultimas palabras y salio del cuarto azotando la puerta. 

domingo, 18 de agosto de 2013

(1) La carta

Ciudad de México 11 de Enero de 2013

- Mi madre se sentaba al lado de la ventana y miraba a la calle esperando a que mi padre llegara y algunas noches si lo hacía otras no, entonces mi madre me decía que la noche no tenia temperatura ni forma ni tiempo, que era como una puta, se adaptaba a cada cliente para sacarle lo que quisiera. Nunca entendí lo que me quería decir, tal vez ni siquiera ella lo entendía, pero lo recuerdo porque fue lo único que me decía sin gritarme. 

 Arturo llevaba unas copas de más y el joven que lo escuchaba del que ni siquiera sabía el nombre solo lo acompañaba por la gran suma de dinero que le había ofrecido por ayudarlo a escribir una carta, por lo que se limitaba a escuchar esperando desesperadamente el momento en que el viejo rico quisiera empezar la carta. 

- Sabes en realidad tampoco conocí muy bien a mi padre, o al menos a mi verdadero padre, el señor que estaba casado con mi madre era un alcohólico que había conseguido cuando yo tenía alrededor de unos 4 años. – Arturo vio la cara del joven que estaba sentado frente a el, después volteo a ver su gran estudio que le parecía desconocido en ese momento y al final fijo su vista en el vaso de Jack Daniel´s que tenía en su mano derecha – se que quieres empezar la carta para poder irte con tu dinero, pero te recuerdo que esta no será una carta corta, al contrario, espero que esa silla te parezca cómoda hijo, porque estarás en ella varias horas. 

- No tengo prisa por irme señor, aunque confieso que me extraña la cantidad de dinero por solo escribir una carta. 

El viejo rico sonrió y vio a los ojos del muchacho, parecía un bueno joven era por eso que lo había escogido a el entre todos los demás en aquel bar, no era necesario saber su nombre, lo ultimo que Arturo quería saber de alguien era su nombre. 

- Ya te lo he dicho, yo no soy muy bueno con las computadoras y esos aparatos que ahora todos ustedes conocen tan bien, además el dinero es lo de menos, solo quisiera que después de que escribas lo que te dicte, lo imprimas, lo borres, y lo olvides para siempre. Yo no se tu nombre y tu no sabrás el mío, entendido? 

El joven  asintió con la cabeza, estiro sus brazos y puso sus manos sobre el teclado de la computadora dando a entender que estaba listo.

Entonces Arturo comenzó. 

miércoles, 12 de junio de 2013

...y disfrutar del viento





El viendo golpeaba mi cara y me despeinaba, sabia que cuando detuviera el carro mi cabello seria todo un desastre, la única solución era no parar, al principio volteaba a mis lados y veía las casas pasar, luego fueron edificios de empresas, y al final solo pasto, verde y café a los lados de la carretera, ¿a donde iba?, a donde fuera seria mejor que de donde vengo.
Todo fue tan rápido después de descubrirlo en la cama con Sonia, sus cuerpos desnudos, las manos de Fabian sobre ella, acariciándola, besándola, exactamente como nunca lo había echo conmigo, pero el juro que me amaba, el me decía que no me dejaría ir jamas, que yo era la única niña de sus ojos, que siempre estaría a mi lado, y ahora imágenes en mi cabeza me atormentaban, rápidas imágenes de Sonia tapándose para que no la viera cuando entre al cuarto, de Fabian subiendo las manos para calmarme, de mi gritándoles a los dos y ahora estaba en mi mente los ojos de mi amado novio, sus manos sobre las mías llenándose de sangre sobre el cuchillo que le había clavado, su cuerpo perdiendo fueras y ganando peso sobre mis brazos, las lagrimas compensaban a surgir de nuevo, mis manos temblaban y la carretera comenzaba a verse borrosa.

Voltee al asiento de atrás, Sonia me miraba con cara seria.
- cálmate Gabriela, no puedo creer lo que isiste, prometiste que no volverías a matarlos antes de tiempo
-lo siento - susurre aun llorando - me encariñe demasiado, pensé que el no me engañaría.
Sonia volteo a ver la carretera dando fin a la conversación.
el viento arrancaba las lagrimas de mi y pensé en arrancar este sufrimiento así de fácil, acelere a pesar de las miradas de advertencia que veía de parte de Sonia, acelere y acelere mas hasta que voltee para caer por un acantilado.
mientras caíamos y escuchaba a mi cómplice gritar solo pensaba que tal vez esto era lo mejor, estaba arta de la vida que llevaba, estaba arta de lo que hacíamos, era tiempo de terminar y no existía otra forma, así que cerré los ojos y disfrute del viento  


Nesesidades

Tengo esta sensación... ni siquiera se si es real o solo es mi imaginación jugando conmigo, es esta extraña necesidad de hacerlo de nuevo, de sentir lo frió del metal, de sentir el ardor de la realidad y de lo que me rodea sobre mi piel, de recordarme a mi misma que lo que soy es mas que el sueño de algún loco incomprensible para nosotros, y que yo y mis acciones y todos mis sueños o lo que quedan de ellos no terminaran al igual que todas las demás en una tumba de estrellas. 
tengo esta extraña sensación, es una sensación que nadie mas parece entender, y me piden que la exprese, que la explique, que lo diga y parece que quieren que la grite pero es algo que no necesita ser dicho, menos ser explicado, es algo que entiendes o no lo haces, como amar, como odiar, como esta extraña sensación sin nombre que nadie mas parece identificar o sentir. necesito hacerlo, como los alcohólicos el alcohol, como los drogadictos la droga, ellos la necesitan para escapar de la realidad, tal vez la realidad los asusta, tal vez los hace sentir atrapados, pero por el contrario, al otro lado de la habitación existo yo, donde no puedo entrar en la realidad, donde las personas me dice y me piden y casi me suplican que me salga de  mi mundo y entienda este en el que vivo, pero no puedo aunque aveces me pregunto si es solo que no pueda o que no quiero, cualquiera de las dos formas, para mi es difícil sentir, saber que soy real que no me evaporare en un instante como parece que todos los demás lo hacen.Creo que mi necesidad puede ser un vicio, pero no es para sentirme bien, sino todo lo contrario, es para entrar en este mundo "real" donde parece no haber algo que no duela, es para recordarme que soy lo que los demás personas dicen que soy, humana, REAL, que no moriré dejando nada mas que un nombre en una lapida y buenos recuerdos en las mentes de personas que al igual que yo morirán.
Así que depende del lado que veas el cristal puede ser lo que seas, para ellos yo tengo un problema, ellos dicen que lo que hago no es bueno, que me lastimo y esta mal, y desde mi lado, también tengo un problema, pero es una gran desesperación por ver lo que todo el mundo parece ver, de sentir y de entender lo que ellos me suplican que entienda, pero lo que tenia para tener una pequeña idea de lo que me pedían también me lo quitan, así que comienzo donde antes... pero un poco peor

lunes, 3 de junio de 2013

Χάος; mi caos


Nuca podre entender esa facilidad que algunas personas tienen para dar consejos, palabras de aliento que te ayudan a pensar en lo que haces lo que eres y en lo que te convertirás, que realmente te ponen en perspectiva todo y te ayuda, y la razón por la que nunca podre entender a estas personas es que ellas suelen ser las que más problemas tienen, las que menos aplican sus consejos y aunque algunas veces son las que más sufren también son las que viven la felicidad sincera.
Yo puedo decir que era de esas personas, pero llego un momento en que me pedían consejos y no sabía que decir, me perdí completamente en un gran mar de palabras e ideas revueltas, ahora no había algún comentario decente o coherente dentro de mi cabeza que debiera o pudiera salir, todo estaba mezclado, y creo que podría ser por la forma en la que últimamente lo reprimo todo, si eso debe de ser, últimamente reprimo cada pequeña cosa que me pasa, no soy como antes, autónoma, sincera conmigo, real, ahora guardo todo los demonios que Vivian dentro de mí dejándolos pelearse unos con otros haciendo nada menos que un caos y dejo que una falsa, hermosa, imperfecta mascara me tape y deje ver un casi real yo, algo tan a punto de tocar la realidad de mi que incluso puede llegar a hacerme creer que así soy. 
Supongo que es difícil de entender, solo aquellas personas que han pasado por lo mismo pueden entenderlo, y es que ni siquiera los que pasan por esto ahora mismo lo entenderían, o tal vez sí, pero no lo aceptarían, quien querría aceptar que se ha traicionado a sí mismo y con ello a las personas que aman, ¿quién podría levantar la cara después de darse cuenta que cuando lo hagan solo mostraran una máscara que erróneamente pavoneaban de ser la más real de todos?, nadie, nadie quiere aceptar una realidad que duele, nadie quiere entender que se ha equivocado de esa forma.
 

Pero no nos desviemos del tema, antes había hablado del reprimir de las emociones, ¿Por qué lo hacemos?, bueno debe de ser por esa persistente necesidad de mejorar rápido, de regresar a la felicidad  de prisa y no solo por ti, sino por quien esperas que tú seas feliz, el momento que tenias único para ti, para entrar con tus secreto, para ahogarte entre la oscuridad de tus sombras se perdió, lo dejaste de lado por complacer a alguien mas con tu felicidad, ¿que si tengo un problema?, lo más posible es que si, tal vez no sea normal pero admito que extraño las noches de frio y soledad que llegaba a sentir, extraño el dolor en mi pecho que me hacia entender lo humana y real que soy, la sensación de soledad que traía consigo, a “ese” otro sentimiento tan único e indescriptible, extraño ese momento tan mío que solo yo podía entender, pero solo extraño el momento, porque el sentimiento jamás se va...